Si pudiésemos volver el tiempo atrás 300 años me imaginaría usando un sextante, aunque no navegase. Mi naturaleza es tan curiosa que me hubiese lanzado de panza sobre uno de estos bichos aún lejos de los océanos y mares ignotos.
Los sextantes se utilizaron durante siglos para medir ángulos entre dos puntos teniendo en cuenta el sol y el horizonte. De esa manera se medía la latitud.
El sextante que ven en las fotos no es profesional.
Está construido en latón y su finalidad es decorativa.
Blog dedicado a la presentación y reseña de libros sobre horología, relojería, cartografía, ciencias, tecnología, informática, robótica e innovación. Hablaré sobre instrumentos de medición, observación y cálculo; y sobre juguetes antiguos, memorabilia y artículos conmemorativos. Y por si fuese poco, también habrá notas sobre coleccionismo; coleccionables, objetos singulares y curiosidades.
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