La especialidad del doctor E.G. Richards es ( o era ) los lenguajes informáticos y la programación. Durante años se desempeñó en el Departamento de Biofísica del King's College, de la Universidad de Londres. Lo cual: no es moco de pavo lo que este señor escribió; si bien es cierto que no es un libro científico ni es su especialidad. El texto está lleno de referencias bibliográficas muy prestigiosas y el trabajo está hecho con mucha seriedad y mucha dedicación. Puede decirse que el motivo por el cual este señor publicó esta investigación, es algo casual. Hace ya bastantes años, y mientras programaba, empezó a hacer anotaciones sobre calendarios. El resultado de toda esa información es el libro Mapping Time que verán en las fotos.
El doctor Richards, quizás, no tiene una prosa y un estilo atractivo a la hora de exponer sus ideas y su investigación sobre calendarios de diversas culturas. Eso no es impedimento, sin embargo, para que yo diga que es un libro extraordinario, con muchísima información, muchísimas tablas, algoritmos, conversores y cuadros comparativos entre calendarios y culturas de todo el planeta.
Durante la lectura de este libro descubriremos por qué existen diferentes tipos de 'día'; 'mes'; 'año' y diferentes formas de mediciones y concatenación de datos y cruce de información y mixtura entre civilizaciones lejanas y diferentes. En el texto se encuentra enorme cantidad de argumentaciones y contrastaciones. Las páginas se mueven entre Hesiodo, Hiparco, los Mayas, Egipcios, Romanos, Celtas, Hebreos; la astrología ( que luego, a partir del siglo XVII será astronomía ), la matemática, los números, la ciencia de leer los cielos e interpretarlos. Todos estos temas están muy bien entrelazados por el doctor Richards; que como ya dije, no es un gran escritor y tampoco es un experto en las Ciencias del Tiempo, pero se las ingenió para poner en órbita este libro con mucha dignidad y calidad.
La edición que poseo es la primera, muy buena encuadernación e impresión de la Oxford University Press; muy buena calidad de hoja, excelentes cuadros e imágenes blanco y negro; muy acertada distribución de temas. Tapa dura, 438 páginas. El punto flojo, como ya comenté, es la propia escritura del doctor.