martes, 7 de julio de 2020

Voltímetro D.C. Weston Model 911, circa 1960

Entre las múltiples baratijas que asoman por mi cándida cueva está este simpatiquísimo medidor de corriente continua en Volts y Ohms; el cacharro se conoce con el común nombre de voltímetro.
Datar el aparatejo no ha sido problema: sé que la Weston Electrical Instrument Corporation nació en 1888 pero que en 1936 pasó a manos de la gigante Sangamo Electric Company. Y a su vez en 1954 a ésta la compró la Daystrom, que pasó a firmar estos instrumentos como Daystrom Incorporated Weston Instruments. Daystrom cambió su nombre por Weston en 1964 por lo que este medidor es anterior al cambio de nombre. Parece todo una trabalenguas, pero creo que quedó claro.

Sinceramente no sé cómo funciona este bicho. Lo compré hace mucho y lo tengo de adorno. 






Teléfono de Baquelita Bell System Western Electric modelo 500

Si hay algo que me encanta es el material de baquelita.
La baquelita, como muchos de ustedes saben, fue el primer plástico fabricado a partir de componentes sintéticos. Fue inventado por el químico belga Leo Baekeland en 1907. Y todo lo demás es historia.
El teléfono que verán en las fotos es un Western Electric modelo 500 que usó la Bell System entre los años 1950 y 1984 para la instalación en casas particulares de USA . Mi teléfono es mas o menos de los '80. Es decir, es de los últimos de la camada de los 500, casi al borde de las nuevas generaciones de teléfonos digitales.
Detrás del diseño del 500 está el incombustible e inmortal Henry Dreyfuss, uno de los diseñadores industriales mas importantes del siglo XX. A partir de las neuronas de Dreyfuss salieron a la luz diseños y creaciones en los mas desconectados campos de la industria: relojes ( Westclox Big Ben), tractores ( John Deere), barcos, trenes, máquinas de escribir ( Royal Quiet DeLuxe), cámaras de fotos ( Polaroid ); entre otras maravillas.



jueves, 2 de julio de 2020

Watch Journal, revista de lujo sobre relojes de alta gama, moda y objetos exclusivos. Dos ejemplares, uno de 2016 y el otro de 2019.

Todavía estoy tratando de entender cómo es que dos ejemplares de la revista Watch Journal llegaron a mi casa, y gratis. La primer revista me llegó a fines de 2016; la segunda, en abril de 2020.
Conocía la revista, es muy exclusiva y con el objetivo bien definido: millonarios, empresarios, ejecutivos de gran poder adquisitivo, CEO's que viajan mucho y gentes englobadas en el ABC1 que amen los relojes de Alta Gama, amen el lujo y amen la exclusividad y las cosas bellas y carísimas.

La revista nació en 1997, se publica 6 veces al año y tiene un formato, diagramación y edición soberbios y muy bien logrados; la revista nunca cae en la sobrecarga visual ni textual. Los artículos sobre relojes y relojería, para mi sorpresa, son excelentes y están muy bien redactados y tienen detalles técnicos fantásticos.  El resto de los artículos, también, son excelentes y con una estupenda redacción, estos textos van en un rango amplio de temas: gourmet, alojamientos de lujo, tendencias de moda, eventos chic, reportajes ( muy logrados ); viajes, hechos culturales, automóviles y fotografía.
Sinceramente cada vez que ojeo estas revistas me detengo a leer una y otra vez las notas y las fotos.
Gente: la revista es excepcional.
Hasta el día de hoy es la mejor publicación en fomato revista que me llegó a las manos que hable o esté relacionada con los relojes.

Como ya dije, la revista tiene un nicho muy bien trazado y en la que basa toda su artillería mercadotécnica: gentes con muchísimo dinero, y de ser posible, que viajen en jets privados o pertenezcan a círculos exclusivos o que tengan toda la guita del mundo pero estén interesados en gastarla en artículos de calidad, con elegancia y con charme.
La revista, además, forma parte de Future Media Group y tiene lazos con Surface Media. Ambas corporaciones cuentan con un destacado portfolio de corporativos que trazan las directrices del buen gusto, el lujo y la elegancia mediante la incidencia interdisciplinaria global que formadores de opinión, creadores, diseñadores, estrategas estéticos y comunicacionales anclan y afirman sobre qué es el lujo, cómo se pondera y quienes son sus exclusivos consumidores.

Watch Journal tiene un alma mater: Stephen Watson. Que es un editor con una muy extensa carrera en el mundo de las publicaciones de lujo. Watson, antes de embarcarse en este proyecto había sido editor de Hearst Digital y editor de moda en la Vogue para varones.

Dicho todo esto me sigo preguntando: ¿ Cómo es que la revista me llegó ? No soy ejecutiva, no soy millonaria, no soy CEO, no soy ABC1, viajo en clase turista, no pertenezco a ningún club exclusivo....
Quizás sea un misterio sin respuesta.

En las fotos verán las dos revistas que me llegaron: la 19, número 4 ( 2016 ); y la 22, número 2 ( 2019). El contenido y secciones varían de publicación en publicación. Hecho este que encuentro acertadísimo pues considero que las secciones fijas cansan y son repetitivas. La publicidad no es invasiva y está muy bien intercalada. Y para terminar:  se ven unos relojes excepcionales.









miércoles, 1 de julio de 2020

Time in Gold, Gerald Viola y Gisbert Brunner, primera edición en inglés de la Schiffer Publishing Ltd., 1988

Nuevamente nos cruzamos con dos viejos lobos de mar detrás de un libro sobre relojes: los ya legendarios Gerald Viola y Gisbert L. Brunner. Pero esta vez ambos escribiendo por encargo de un editor, Wolfgang Fulde, que era el jefe de la editora alemana Signum Medien Verlag en los convulsionados '80.
En verdad que deseaba hacer una revisión de este libro con el objeto de destrozarlo... pero leyéndolo y analizándolo... me gustó.
Time in Gold es el típico libro de relojes que no dice casi nada, o lo que dice es muy obvio. Y al que le ponen muchas fotos de gran calidad y una excelente encuadernación y ya estamos. Este libro va genial para regalos, aniversarios o para presentarse en casa de alguien con algo en la mano y quedar bien.

El contenido principal del libro gira en torno a qué anduvieron haciendo 17 casas de Alta Relojería suizas desde que dieron sus primeros pasos hasta los '80 del siglo pasado. Por supuesto la elección es muy subjetiva,  muy caprichosa y bastante tirada de los pelos. Aún así los apartados de cada una de las elegidas se deja leer y son amenos y entretenidos. Como sé que ustedes son buenísimos para las cuentas no diré que el libro, en su versión original, tiene editado unos 40 años y por lo tanto saben que ha corrido mucha agua bajo el puente.

Paso a los datos técnicos de la edición:
- 250 hojas, edición de lujo, gran calidad en fotos, tapa dura y tamaño enciclopedia grande.
- El libro se divide en prefacio, introducción, las 17 casas relojeras seleccionadas ( me pregunto cómo han sido seleccionadas o si fueron las que pagaron por estar... ); terminología técnica - sección absolutamente intrascendente; bibliografía - previsible y casi un autoejercicio de autocita permanente; créditos y lo peor del libro: páginas de publicidad. ¿ A quién se le ocurre poner horrendas páginas de publicidad en un libro de este tipo ? Muchachos que no se note tanto que quieren recaudar.
- Por último doy la lista de las 17 favorecidas: Vachenon Constantin, Patek Philippe, Piaget, Ulysse Nardin, Rolex, Girard Perregaux, IWC, Gérald Genta, Chopard, Corum, Ebel, Cartier, Breguet, Audemans Piguet, Baume & Mercier, Blancpain, Jaeger le Coultre.