martes, 25 de mayo de 2021

Ardalén, Miguelanxo Prado, Editorial Norma, primera edición de noviembre 2012 ( Edición en Español ).

 Es muy difícil hacer una reseña sobre un libro publicado por un amigo, amigo que además ha llegado en un momento de mi vida en que la nostalgia por las novelas gráficas argentinas se hace sentir, y mucho.

Mi amiga Carina y yo éramos ávidas consumidoras de historietas gráficas de la Editorial Columba, las famosas El Tony, D'artagnan e Intervalo. Crecimos y nos curtimos, ambas, en aquella desolación de arenas interminables y vientos despeinados del húmedo y zigzagueante Mar de Ajó. Esas maravillosas novelas gráficas de la Columba estarán en mi corazón, y en el corazón de millones de argentinos, por siempre.

Y eso mismo pasará con Ardalén: leí esta novela gráfica unas tres veces, y es una vuelta a la infancia y adolescencia, a los recuerdos, a las vivencias. El autor de esta maravilla, Miguelanxo Prado, es un multipremiado dibujante y novelista español que ha tenido la enorme deferencia de regalarme dos de sus libros: este mismo Ardalén, y otro llamado Presas Fáciles. Ambos primeras ediciones y dedicados.

Ardalén cuenta una historia que son múltiples historias, todas ellas alimentadas de recuerdos que cruzan océanos y se instalan en Galicia y en la inocencia de un anciano, inconsciente de su alborotada memoria, que por desgracia, es ajena. Y entre las páginas de Ardalén juegan certezas frágiles y desfallecientes, la reconstrucción de los pasos de nuestros seres queridos aún cuando ellos hace tiempo han decidido cambiar, o desaparecer en el abismo de los cuentos fantásticos de los lobos marinos de antaño. ¿ Y si la clave está en un reloj... ? Está en un reloj, y su tiempo. Y a ese tiempo que muta y se hamaca, como acompasado por las olas de la enunciación simbólica, resumen los recuerdos denotados y connotados por la exasperante revelación que nuestros recuerdos no son nuestros, sino una construcción colectiva en la que poco o nada logramos controlar.

Mi muy sencillo blog se siente honrado de contar con esta muy pequeña reseña de Ardalén, o ese nombre de un viento que existe y no existe a la misma vez, y que se sueña y estalla en los sentidos y en alma.  Pues sostengo que el tratamiento gráfico de las parábolas temporales, oníricas y lúdicas nos alimentan el alma y el espíritu a manos llenas y nunca jamás son suficientes.

Muchísimas gracias Miguelanxo.  

Datos técnicos: novela gráfica de excelente impresión y encuadernación, 255 páginas, primera edición de 2012. Y Miguelanxo Prado es el autor de los dibujos y textos.









  

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