Los podómetros ya casi ni se usan, salvo que uno sea un anticuado (quién escribe, por ejemplo). Han pasado a la historia de la mano de los relojes inteligentes, los celulares y las pulseras de actividad.
Pero alguna vez, los podómetros formaron parte de los accesorios que los corredores y paseantes llevaban para contar los pasos. Se volvieron muy populares en los '70, y de allí, su uso ha tenido un salto exponencial hasta el advenimiento de las aplicaciones cuenta pasos de los celulares y los relojes y pulseras inteligentes.
Dicen los que saben que el primer podómetro lo inventó Leonardo Da Vinci (cuando no...); también dicen que Abraham Louis Perrelet inventó el podómetro mecánico en 1780 ( aunque existen constancias que ya existía 200 años antes...); y también cuentan que la locura y obsesión de caminar 10 mil pasos por día viene desde 1963 cuando el doctor Iwao Ohya le dijo al ingeniero y relojero de Yamasa Corporation, Juri Kato, que una persona debería caminar 10 mil pasos por día para estar saludable.
Juri Kato se inspiró por los dichos del doctor Ohya y en 1965 la corporación Yamasa, en su división Yamasa Tokei-Keiki Co. Ltd, pone a la venta el famosísimo Manpo-Kei Pedometer, o podómetro de los 10 mil pasos.
El podómetro que pongo a consideración de ustedes es un Yamasa, pero ostenta el logo de Edge Mark, que era una marca de fantasía de importación de la empresa Gutmann de Estados Unidos. Las características del podómetro indican que fue diseñado y fabricado para uso exclusivo de USA (mide en millas). Posee ajuste de paso, reseteo y display digital.
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