Esta maravilla tecnológica vintage es producto del deseo de la famosísima empresa Singer de lanzar al mercado una máquina de coser infantil. Para ello, y en 1910, introdujo la ya mítica Singer 20, que era, en toda regla, un juguete, y cuyas dimensiones son 17.5 cm de largo por 15.5 cm de alto y 12 cm de ancho sin el motorcito.
Curiosamente, sin embargo, su mayor éxito vino de parte del comprador adulto, que la utilizó como máquina de coser portátil. Claramente, esta maravilla no cumple con todas las funciones de una máquina convencional Singer de la misma época; pero igualmente, su excelente rendimiento y prestaciones hicieron que sea un objeto de deseo para costureras, costureros, modistas, modistos y aficionados a la reparación de prendas en general.
Quizás el detalle que ayudó a que no sea considerada un juguete viene de la mano de su solidez: hierro y acero. Posiblemente, también, como juguete resultaba complicado y algo engorroso.
En el modelo 20-1 versión dos de 1914 de las fotos ( el versión uno se lanzó en 1910 ) se adicionó con posterioridad un motorcito eléctrico a 110 v.
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