miércoles, 5 de febrero de 2020

Empires of Time, Calendars, Clocks and Cultures Revised Edition - Anthony Aveni - University Press of Colorado, edición de 2002.

Hasta que este señor, el profesor Anthony Aveni,  no llegó a mis neuronas nada sabía yo de arqueoastronomía.
Pero esta especialidad existe. Y tiene científicos estrujándose los sesos en ello.
La arqueoastronomía es la ciencia que estudia las poblaciones antiguas y de cómo ellas interpretaban la vista y el mensaje de los cielos y la incidencia de esa lectura en sus culturas. 

Pues resulta que la arqueoastronomía es interesantísima, en mi opinión.
Me leí el libro de Aveni de casi un tirón y me quedé con ganas de mas.
Una cosa de este señor: es profesor acostumbrado a lidiar con gente que necesita que le expliquen varias veces un asunto. Y eso se nota en la manera maravillosa que ha tenido pata escribir el libro. Sus palabras y explicaciones son muy amenas, muy sencillas y fáciles de entender para no entendidos. Lo que hace que el libro esté al alcance de casi todos.
Lógicamente, si uno no está interesado en cómo los pueblos de América median su tiempo y cómo y qué veían el cielo mejor ni asomarse a estas páginas.

Aveni se trae entre brazos un temazo muy poco desarrollado en el universo del concepto Tiempo: los calendarios, cosmovisiones y noción temporalidad en las principales culturas precolombinas de América. Un hallazgo absoluto. Aveni maneja con suma destreza y conocimiento el devenir y costumbres de Mayas, Aztecas e Incas; como así también y hacia el final del libro nos da un pantallazo sobre China y la cuestión del tiempo en esas lejanas tierras.

La primera parte del libro es fenomenal y fundamental pues nos plantea una maravillosa pregunta: ¿ Cuándo fue que la civilización occidental sacó al tiempo de su ámbito natural ? Por supuesto Aveni contesta con fantásticas citas a Hesiodo y su poema "Work & Day", el mito Babilónico Enuma Elish y el sistema Token de los Sumerios. Es decir, la tríada donde se apoya la plataforma de nuestro calendario actual. Pues hay algo muy obvio a propósito de nuestro calendario occidental: es la consecuencia de la subdivisión para medir el curso del sol en un año y la luna en su proceso de 29 1/2 días. 

Una de las afirmaciones mas categóricas del autor es que el reloj mecánico fue el resultado del interés de medir el tiempo y no el origen de ese interés. Lo que vale decir que el reloj mecánico tiene un nacimiento religioso, laboral y burocrático ( marcaba el tiempo correcto para orar, trabajar y el mercado ). Otra afirmación categórica es que el mundo occidental y cristiano impuso su calendario imperfecto y poco práctico. dado lo cual: tenemos el calendario que tenemos no porque es el mejor sino porque es el impuesto. 

Otra de las cosas sorprendentes que aprendí: la semana de 7 días tiene origen en el siglo VII en Babilonia y es introducida en Roma en el siglo IV DC. 

También hace el autor un breve racconto de cómo los griegos definían y medían el tiempo; pasa a Darwin y sus dilemas espacio/temporales en la selección de las especies  y de allí recala en Mumford, quién pensaba que el reloj disoció el tiempo de los eventos humanos y ayudó a construir una creencia en un mundo independiente de secuencias medidas matemáticamente. 

En otro apartado Aveni nos interioriza en el concepto de tiempo de los Nuer ( África ), los trobianders ( Polinesia ) y las culturas mesoamericanas.
Con respecto a las culturas mesoamericanas hace especial incapie en los Mayas, Aztecas e Incas.
Entre las sorpresas con los Mayas está que su sistema de medir el tiempo venía en realidad de los Olmecas y Zapotecos y que utilizaban un sistema vigecimal con la división del año en 260 días con 13 meses de 20 días. 
Tanto los Mayas como los aztecas creían en la circularidad del tiempo.
Una aclaración muy importante que Aveni hace sobre los Aztecas: los sacrificios humanos solo tenían sentido si a través de ellos se lograba que el sol siga brillando.
Y en cuanto a los Incas lo llamativo de lo explicado por este autor es que las ciudades enteras en el imperio Inca constituían un calendario ( sistema de ceques y huacas ). 

No deseo extenderme en demasía.
Ya les quedó claro que el libro me gustó y recomiendo encarecidamente su lectura. 
El libro es fantástico por el lado que se lo mire si es que se deja de lado la estética, por supuesto.
Porque de nada sierve un libro lindo y con encuadernación cuidada si el contenido es una porquería.

Paso rápidamente a los datos técnicos:
- 332 páginas, tapa blanda, papel fotocopia ( paperback ); ilustraciones y fotos en blanco y negro.
- El libro en su primera edición se publicó en 1989. La de las fotos es una edición revisada y actualizada realizada por la Universidad de Colorado en 2002.
- La distribución temática es la siguiente:
   * lista de ilustraciones
   * agradecimientos
   * prefacio de la edición revisada
   * 1 capítulo: sensing and making time
   * 2 capítulo: our time: the imposition of order
   * 3 capítulo: their time: following the order of the sky
   * 4 capítulo: A word of Time
   * epílogo
   * notas
   * Índice






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