miércoles, 31 de julio de 2024

Los Robots de Leonardo, Mario Taddei, Susaeta, Tikal y Lexus Ediciones, 2017

Uno de los científicos, filósofos, inventores, artistas y polímatas más importante de todos los tiempos es el inmenso Leonardo da Vinci. Este hombre carismático, curioso, hiper productivo, gran conocedor de la anatomía, la ciencia y la naturaleza (a quieres dibujó con increíble pericia) y con un enorme bagaje teórico y analítico desbordo su época, el Renacimiento Europeo, con una gigantesca catarata de invenciones, tesis, croquis de lo imposible y la magia de su imaginación sin fin. Me gusta decir que Leonardo ha sido un hombre de inquietantes extremos, gustoso de caminar constantemente al filo de la cornisa de la Inquisición mientras dedicaba todo su tiempo a la elaboración conceptual de máquinas ingeniosas, objetos robóticos y artilugios mecánicos de un diseño estrambótico y singular.

Hace unos años el investigador, historiador y profesor de diseño italiano Mario Taddei publicó un bellísimo libro en italiano llamado I Robot di Leonardo; mismo libro que las editoriales Susaeta, Tikal y Lexus (en edición conjunta) publicaron en español en 2017. El libro, como su nombre indica, estuvo dedicado a algunas de las invenciones de Leonardo que conciernen a la robótica, los autómatas y las máquinas autónomas.

Demás está decir que el libro es excepcional: bellamente escrito, muy didáctico, y con excelentes infografías, diseños, ilustraciones y análisis de algunas máquinas y robot creados por Leonardo hace unos 500 años atrás.    

La edición en español de tapa dura es impecable, gran calidad del papel, y con excelente maquetamiento. El libro posee 258 páginas.









domingo, 28 de julio de 2024

Sanderson Flight Computer SC-3B, circa 1970

Como muchos de ustedes saben, me fascinan las computadoras manuales de aviación. Algunas veces reciben el nombre de Dead Reckonning Computers; y otras veces, de Flight Computers. Sinceramente desconozco la diferencia entre ambos términos, y creo que no responde a lo estético (pues ambos tipos de reglas son iguales en la forma) sino a los cálculos que se pueden hacer en ellas.

La regla que les presento aquí es para vuelos civiles, su modelo es SC-3B (qué diferencia tendría con las fabricadas para vuelos militares lo desconozco), fue fabricada por Sanderson (empresa que existió entre los años '20 del siglo pasado hasta 1977, que la compró Jeppesen, y cuyos productos pasaron a llamarse Jeppesen Sanderson) y es de aluminio bicolor (azul y gris). En la parte frontal posee un disco deslizable en su eje con lecturas para computar galones y litros, kilómetros y metros, millas, consumo de combustible, cálculo de velocidad, temperatura de aire, aceite, conversores, velocidad real, y distancias en millas. La maqueta donde está asentado el disco se desliza hacia arriba y abajo. En la parte de atrás, la plaqueta que sostiene la maqueta posee una parte deslizable que corresponde a la brújula y cálculo de vientos.

Un dato de color: la compañía Jeppesen pertenece a Boing desde el año 2000. Y si bien ya no fabrican Dead Reckoning Computers (no son necesarias en el siglo XXI), la empresa sigue dedicándose a la geo localización, cálculos de vuelos y logística aplicada a la navegación aérea. 










Rana saltarina a cuerda de Yoneda Toys Co., Japón, circa 1970

Entre cientos de juguetes vintage de lata y a cuerda coleccionables fabricados en Japón encontrarán que los Yoneda suelen ser lindos, buenos, y bastante asequibles.

La fábrica SY (tal fue su nombre hasta 1964) empezó a comercializar juguetes de lata y a cuerda luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Tiene modelos y piezas icónicas, y aquí tengo el honor de presentarles una de ellas: la rana con sombrero.

Me ha sido muy fácil datar la rana, ya que lleva el símbolo de la marca Yoneda en forma de diamante acostado y las letras mayúsculas YONE dentro de el. 

SY Toys Co. Ldt, por alguna razón que desconozco, cambió su nombre por Yoneda a mediados de los años '60 (y cambia también el logo) y por eso me ha sido posible identificar más o menos el año de fabricación de la rana.

Curiosamente, el mecanismo de cuerda de la rana está en el sombrero; lo cual me ha resultado muy ingenioso.









viernes, 12 de julio de 2024

Tenkaichi Soroban número 607, Satsumara Soroban & Co, Tokio, Japón, circa 1970

Muchas culturas milenarias en el mundo entero desarrollaron diversos tipos de calculadoras manuales para hacer sumas, restas y cuentas combinadas. Sin lugar a dudas el ábaco chino y su primo, el soroban japonés, tienen un espacio ganado en el cielo de las calculadoras manuales vintage y son, quizás, las más conocidas, coleccionadas y estudiadas. Curiosamente, en muchísimos países asiáticos el uso del ábaco y el soroban está muy extendido aún en el siglo XXI. 

Por las dudas que no hayan leído mi nota sobre el ábaco Daruma Made in Japan ya reseñado en este blog, aquí les dejo el enlace:

https://serenrulersandclockbooks.blogspot.com/2019/09/abaco-daruma-japon.html

La diferencia principal entre los ábacos chinos modernos y los soroban japoneses modernos es el número de cuentas: el chino es de 2 + 5; y el japonés, de 1+4.
El soroban protagonista de esta nota fue fabricado en Japón en los años '70, y destinado al mercado japonés, por Satsumara Soroban & Co, de Tokio. Las cuentas son de abedul, la maqueta contenedora de las cuentas es de madera cepillada y barnizada con detalles de bambú, posee 13 filas (que es el mínimo para los soroban) y una fantástica caja contenedora de cartón bellamente decorada.  

Y antes de terminar con la nota, y pasar a las fotos, les quiero dar unos detalles adicionales sobre historia de los ábacos y los soroban.
El ábaco primitivo ha existido en muchas culturas diferentes y desde la noche de los tiempos: los romanos, árabes, europeos y pueblos de oriente lo han estado usando desde hace cientos de años. Existen, entonces, diferentes tipos y características.
Se sabe que el ábaco llegó a la cultura de China antes de Cristo y en uno de los tantos intercambios culturales y comerciales con Roma. También se sabe que de China pasó a Japón, al igual que el calendario y la medida de tiempo.

El ábaco tradicional Chino se llama Suan-pan y se cree que empezó a usarse en el siglo XII DC.
En el siglo XV el ábaco pasa a Japón y es conocido por el nombre Soroban ( una deformación de la palabra china suan-pan ) aunque su uso se popularizó recién en el siglo XVII.
Y como ya les conté, la forma moderna de los Soroban en Japón es de 1+4 cuentas y el chino moderno es de 2+5 cuentas.
















jueves, 11 de julio de 2024

Mini juguetes hechos a partir de latón reciclado. Origen: continente Africano

La primera vez que vi estas hermosas miniaturas fue en el Mercado Internacional de Artesanías que se realiza en Santa Fe, NM (en sus siglas en inglés, IFAM). No recuerdo el nombre del artista de África que los exhibía, pero me enamoraron.

Años después, vi estas miniaturas (apenas llegan a 2 cm) en un escaparate y no dudé en comprar algunos. Y con el tiempo, llegaron otros. 

Como muchos de ustedes saben, me gusta el arte que surge de reciclar y reconvertir. Y en verdad, estos mini juguetes son una delicia y una suerte de amuletos energéticos para quienes creemos que no todo está perdido. 

He consultado con personas que saben el origen de estas miniaturas, y todos ellos creen que son de Ghana (o Mozambique). Pero también existen otro tipo de juguetes hechos a partir de latas recicladas, con otras temáticas y tamaños de la misma procedencia: el enigmático continente africano.







 


sábado, 29 de junio de 2024

Sextant, David Barrie, HarperCollins, Primera Edición de Estados Unidos, 2014

Tanto este libro Sextant como Kendall's Longitude se han inspirado en Longitude de Daba Sobel. 
Sobel ha sido y sigue siendo de enorme influencia en divulgación de temas concernientes a horología, cartografía y ciencias. Es una autora muy seguida, estudiada, y con mucha capacidad de investigación y análisis.

Por las dudas que deseen leer el libro Longitude de Dava Sobel, aquí les dejo el enlace:

https://serenrulersandclockbooks.blogspot.com/2022/09/the-illustrated-longitude-true-story-of.html

Y también les dejo el enlace del libro de John Bendall, Kendall's Longitude

https://serenrulersandclockbooks.blogspot.com/2024/06/kendalls-longitude-john-bendall-austin.html

Ahora bien, ¿de qué trata Sextant? El libro tiene dos historias entrelazadas: la primera, la historia del sextante y su importancia en el trazado de mapas y rutas navegables durante los siglos XVII, XVIII y XIX; y la segunda historia es la del mismo Barrie, que siendo adolescente cruzó el Atlántico a bordo de un frágil velero en el que el único instrumento de medición y ubicación era el sextante (cabe aclarar que el sextante ya había caído en desuso a principios del siglo XX).

El libro es maravilloso, y Barrie, con una suave y excelente prosa nos invita a ser testigos de los viajes de exploración y medición de costas y territorios llevados a cabo por el capitán Cook, Bouganville, La Perouse, Vancouver, Flinders, Scolum y el Endurance (y el milagro que le seguiría). El instrumento de medición y localización de todas estas expediciones fue el sextante. Y si bien el cronómetro marino ya estaba en uso habitual en el siglo XVIII y XIX, fue el sextante el aparato en el que confiaban los marinos y exploradores para ubicarse en el mar.

El libro está bellamente impreso en papel ahuesado, es de tapa dura con guardapolvo, posee hermosas fotografías e ilustraciones, y tiene 333 páginas.






 



Kendall's Longitude, John Bendall, Austin Macauley Publishers, Primera Edición de 2019

Cuando me enteré de la existencia de este libro, me abalancé sobre el. Tenía ganas de saber las peripecias del misterioso K2, o Kendall 2, el reloj cronómetro que fue testigo del motín del Bounty; es decir, la famosa historia del barco amotinado cerca de Tahití y cuya película tuvo una enorme repercusión en su momento por la belleza y el talento de su protagonista: Marlon Brando. Claro es que les estoy hablando de la película de 1962 y no la de 1984 (que debo decir, la de 1984 no me gustó).

Algunos de ustedes, no familiarizados con el K2, se estarán preguntando qué es o qué fue. Para ponerlos un poco en contexto, les comento que el K2 fue un cronómetro marino construido por Larcum Kendall, el mismo relojero que había hecho la copia exacta del cronómetro marino de John Harrison, el mítico H4 (la copia de Kendall se llamó K1). La particularidad del K2 es que fue un reloj con diseño y mecánica basados en el H4 (y por ende, en el K1) pero con innovaciones en la visualización, materiales más baratos, y una simplificación del mecanismo y sus complicaciones. 

El K2 tuvo una historia digna de una saga de Indiana Jones: acompañó al Capitán Phipps en su aventura al polo norte en 1773; estaría presente en la revolución de las colonias inglesas en América en 1775 bajo el cuidado del capitán Vandeput en su barco "Asia"; volvería al continente americano de la mano del almirante Digby en 1783; el K2 visitaría la costa oeste de África junto al capitán Thompson en 1785; sería testigo del motín del Bounty, al mando del capitán Bligh, en 1789; y estaría en manos de los amotinados del Bounty, escondidos en la isla Pitcairn hasta 1808. Ese mismo año sería rescatado por el capitán Folger a cargo del barco de USA "Topaz" (que pasó de casualidad por la isla Pitcairn...); pero Folger perdería el reloj (en realidad se lo robarían...) por capricho de las autoridades españolas de la isla Juan Fernández, que hicieron que el Topaz (el barco del capitán Folger) fuese llevado confiscado a Valparaíso, en Chile, y el barco fuese despojado de todo aquello de valor; el reloj incluido. El reloj K2 quedaría en territorio chileno por mas de 30 años, y en manos de un comerciante de apellido Castillo que vivía en Concepción, y realizaba viajes de comercio con mulas entre su ciudad y Santiago. Por lo tanto, se cree que el K2 viajó varias veces cruzando Los Andes.

En 1840 el capitán Hebert de la Royal Navy y su barco de guerra "Calliope" estaban de visita en Valparaíso, cuando un connacional inglés se le acerca y le cuenta que posee un extraño reloj a la venta comprado a la familia del comerciante Castillo, recientemente fallecido. Hebert identifica el K2 casi al instante, lo compra y decide llevarlo de vuelta a Inglaterra. Pero aún faltaría para que el K2 vuelva a la pérfida Albión: el capitán Hebert y su barco "Calliope" participaron en la Guerra del Opio en China hasta 1843, año en el que finalmente zarpó a Inglaterra. Una vez arribados, Hebert donaría el reloj a The Union Service Institution en 1843; de allí pasó al Observatorio de Greenwich (1963); y en 2018 pasaría a formar parte de la colección del National Maritime Museum. 

Hasta aquí, la historia que con lujo de detalles y mucha investigación nos ofrece el escritor John Bendall (quién tuvo como fuente de inspiración al admirado Longitude de Dava Sobel), quién invirtió varios años de estudio e investigación para seguir los pasos del K2 por el mundo entero. 
El libro no es para cualquier lector, y hasta puede llegar a ser aburrido si uno no sabe o no tiene interés sobre cronómetro marinos. El enorme valor del libro de Bendall es que aporta muchísima información sobre el K2 hasta ahora inédita. 

Datos finales: los capítulos 2 y 3 y el anexo están escritos por Michael Dryland; los 17 capítulos del libro están bien armados y excelentemente documentados; y la impresión y maquetamiento están bien (pero podrían haber estado mejor). 
El libro es de tapa dura, las hojas son ilustración, posee fotografías e ilustraciones, y tiene un total de 233 páginas.